Extrema la precaución con la llegada del invierno en la carretera.
Aunque el invierno oficialmente no comienza hasta el 21 de diciembre, sus efectos se están empezando a notar prácticamente en toda España: niebla, lluvia, nieve, frío y carreteras heladas, que hacen aumentar el peligro y la complicación de cualquier trayecto en vehículo. Para suplir este aumento de las adversidades se requiere una atención doble por nuestra parte.
A la hora de manejar un vehículo en época de frío y condiciones adversas, es importante tomar unas precauciones que, aunque parezcan básicas, pueden ser cruciales a la hora de iniciar un viaje e incluso cuando sufrimos un accidente.
Las heladas son uno de los efectos atmosféricos más peligrosos, y suelen producirse a última hora de la noche y a primera hora de la mañana. Actualmente muchos de los modelos de coches de gama media disponen de avisadores de temperatura inferior a los dos grados positivos para alertarnos de posibles peligros derivados de estas heladas.
Una de las situaciones más peligrosas y difíciles de resolver en la conducción, fruto de las heladas, son las placas de hielo sobre la carretera. Son muy difíciles de detectar, pues suelen aparecer de forma repentina a la salida de una curva o tras un cambio de rasante, habitualmente en zonas sombrías y no siempre en áreas de montaña. A la hora de maniobrar ante una pisada de una placa de hielo, lo aconsejable es levantar suavemente el pie del acelerador, no frenar y dirigir el volante hacia el lado a donde se va la parte trasera del coche. Si el vehículo tiene ABS, el sistema actuará de forma que la pérdida de control sea menor.
En carreteras nevadas es imprescindible el uso de cadenas, circulando sobre todo por las roderas que hayan dejado otros coches. Para bajar pendiente, hay que hacerlo con a velocidad moderada, utilizando el freno lo menos posible y utilizando el freno motor.
Si tenemos las cadenas instaladas, el comportamiento del vehículo cambia. Hay que acelerar y frenar suavemente y circular a menos de 50 km/h. Para rodar sobre nieve la mejor opción son los neumáticos de invierno que hacen las veces de las cadenas pero con mayor seguridad, comodidad y garantía.
A la hora de usar las cadenas, es importante recordar consejos comollevar siempre unos guantes fuertes para evitar que las manos se te enfríen demasiado al colocarlas, utilizarlas sobre todo cuando la nieve se acumule, colocarse siempre en las ruedas motrices (los vehículos con tracción total las llevarán en el eje delantero), recordar que la velocidad máxima a la que se puede transitar con las cadenas es de 50 km/h, y lavarlas bien con agua caliente después de uso para evitar que se oxiden.
Si hace viento, hay que aminorar la velocidad y sujetar con firmeza el volante. Lo importante es mantener el motor en alta revoluciones para disponer de fuerza en un momento dado, mientras que con lluvia y suelo anegado de agua se debe circular lentamente.
Debemos tener especial cuidado con los frenos, ya que si se mojan pierden eficacia. Con lluvia hay que adecuar la velocidad a las condiciones de la vía. Si el suelo está muy mojado se puede producir el efecto aquaplaning (deslizamiento y descontrol del coche). Si se produce, lo conveniente es levantar suavemente el pie de acelerador y sujetar con firmeza el volante, pero nunca frenar. Con las primeras gotas, se produce una película muy peligrosa en el asfalto al mezclarse estas con la suciedad del piso.
El gran problema de la niebla es la visibilidad ya que en invierno hay menos horas de luz, a lo que se suman fenómenos atmosféricos adversos. Por ello, conviene que tener en cuenta consejos básicos como limpiar el coche, cambiar los faros, evitar la humedad y deshielar el parabrisas, entre otros.
Otros consejos importantes, como estudiar el trayecto con antelación e informarse de las condiciones meteorológicas, evitar zonas despobladas y malas carreteras, y detenerse fuera del asfalto evaluando el suelo donde se va a pisar, llevar el móvil siempre cargado y algo de ropa de abrigo extra y los chalecos reflectantes del vehículo nos ayudarán a viajar de manera segura y eficaz en invierno, y a prevenir consecuencias más graves si tenemos un accidente.