Saber evaluar el estado de los neumáticos es imprescindible para mejorar la seguridad vial.
Los neumáticos son una de las partes más vitales de nuestro vehículo, por lo que debemos pararnos y tomarnos tiempo a la hora de asegurarnos que se encuentran en perfecto estado y que tomamos las medidas adecuadas para su mantenimiento. Para ayudaros, aquí os dejamos una serie de consejos que os serán útiles a la hora de examinar y comprobar el estado de los neumáticos de tu vehículo, y también para que toméis las medidas más adecuadas para evitar reventones inesperados.
En primer lugar, una buena limpieza es fundamental. Las llantas y neumáticos son las partes que más se ensucian, por lo que limpiarlas a fondo es fundamental para un acabado perfecto en nuestro vehículo. Estas partes tienden a acumular suciedad dado que son las que ruedan por el asfalto y se encuentran expuestas al polvo de ferodo (el material del que están hechas las pastillas de freno y se pulveriza al usarlos).
Otro elemento importante son los pasos de rueda, zona que también acumula gran cantidad de suciedad y que suele olvidarse a la hora de lavar, agravando el efecto de los neumáticos y llantas sucios.
La presión de nuestros neumáticos también es importante mediarla con asiduidad para cuidar nuestros neumáticos. Si la banda de rodadura, dibujo de nuestro neumático que se encarga de mantener el coche pegado a la carretera y de evacuar el agua en suelo mojado, es menor de 2 milímetros toca cambiarla, al menos es recomendable hacerlo; si baja de 1,6 milímetros, es obligatorio.
Además del dibujo, y como medida de seguridad y ahorro, también debemos controlar la presión del neumático, ya que si las ruedas llevan mucha presión, el coche irá botando, y si llevan poca, supondrá un gasto de combustible mayor, mayor desgaste de la cubierta y aumentará el riesgo de reventón, puesto que el roce genera tal calor que puede reventar el neumático.
Es fácil saber cuál es la presión óptima para nuestros neumáticos ya que lo indica el propio fabricante, habitualmente con una pegatina debajo de la puerta del conductor.
También podemos salvar nuestros neumáticos si evitamos estacionar en bordillos y subimos las ruedas a la acera, ya que los neumáticos pueden sufrir deformaciones o cortes pequeños y la suspensión puede desequilibrarse debido a rodamientos dañados.
Por último, pequeñas acciones como no frenar lo suficiente ante un bache, puede reventar un neumático o arruinar una llanta. Además, depende de la velocidad con la que pases por encima del badén, también puede problemas de anclaje en la suspensión. Por eso, es recomendable moderar extremadamente la velocidad ante este tipo de objetos.